Porque esa gente no existió ...... ¿o sí?
Los Cármenes
11 de mayo de 2006
Granada, mayo de 2031:
Pobre
abuelo mío. La edad no perdona, y la suya ya es mucha. Lleva bastante
tiempo enfermo, y sus épocas de lucidez cada vez son más espaciadas. Me llamo
Vicente, y nací en
Granada a finales del año 2010. A mi madre le daba
miedo, pero la he convencido para llevarme a su padre al
fútbol. Granada está
paralizada. Esta tarde, en el año del
Centenario, el Granada C.F. está a punto
de conseguir su primer título de
campeón de Liga. Ha sido una lucha cerrada
contra
Madrid y
Barcelona, pero a falta de tres jornadas, un punto,
sólo un punto, y el campeonato será
rojiblanco.
Él se lo merece. Desde pequeñito me llevó al antiguo
Los Cármenes.
Bueno, al antiguo .... él siempre me decía que el antiguo era otro. Un campo que estaba
por la carretera de Jaén. Un campo que siempre tendría un duende especial, que sólo
quien lo hubiera conocido lo podría entender. Las
45.000 localidades llevaban
vendidas varios días. Menos mal que se hizo el
Granada Arena. Los 20.000
asientos que había en Los Cármenes después de la última remodelación, ya se habían
quedado cortos.
Mi abuelo siempre fue del Granada ....
siempre, y él me inculcó el cariño por
los colores rojiblancos. Yo siempre estuve orgulloso de ser granadinista, y me
vanagloriaba de serlo aún en momentos tan malos como los años en los que sufrimos tanto
por mantenernos en
Primera División. Pero nunca entendí su sonrisa cuando le
decía que
“esto es sufrir”. Esa sonrisa, y esa frase suya .... “si yo te
contara lo que es sufrir por el Granada”. Nunca me lo quiso contar.
Pero hoy ha sido diferente. Parece más joven. Su mirada desprende
alegría. Una
mirada que busca algo .... o a alguien.
Nieto: ¿A quién buscas, abuelo?
Abuelo: A gente que hoy son
los más felices del mundo.
Nieto: Hoy todo el mundo es feliz en Granada.
Abuelo: Sí, pero a los que yo busco seguro que les conozco por el
brillo
de sus ojos. Tú no lo entiendes, pero nosotros, con vernos, nos conoceremos. No serán
muchos, pero habrán estado
siempre. Aquí, en los estadios antiguos, o en
espíritu, pero nunca han faltado, ni faltarán.
Nieto: No te comprendo, abuelo.
Abuelo: Mira Vicente .... todo en la vida tiene un proceso, y lo que va a
conseguir el Granada esta tarde es el resultado de muchos años .... Y
sufrimientos.
Nieto: ¿Qué me quieres decir?
Abuelo: Esto no fue siempre tan bonito e ilusionante. Hubo años de zozobra y
desesperación. Y Granada no respondió como lo hace hoy.
Nieto: Pero si el Granada siempre ha sido el
estandarte de esta ciudad
.... ¿qué me estás contando, abuelo?
Abuelo: Sí, siempre lo ha sido, pero no todo el mundo lo entendió así. Hubo un
tiempo en que todo se acababa, y eso era aceptado por la sociedad granadina. Por toda la
sociedad granadina .... bueno, por
casi toda.
Nieto: Sigue, sigue ....
Abuelo: Hubo una gente que se rebeló contra eso, y decidió
defender
hasta el final un
sentimiento. Sabían que lo tenían todo en contra, pero ni
podían, ni querían mirar hacia otro lado como la mayoría. No había posibilidades. Se
sabían derrotados, pero ni huyeron ni abandonaron. Decidieron morir con su Granada. Su
pena sería inmensa, pero tendrían el
orgullo interno de que estuvieron hasta el
final.
Nieto: ¿Qué gente era esa, abuelo?
Abuelo: Bueno, había un poco de todo. Pero, en general, eran
personas
humildes. Hombres y mujeres normales. Sin grandes medios, pero con un
cariño hacia su Granada que les hacía aguantar lo que fuese.
Nieto: ¿Tú les conociste?
Abuelo: Sí, claro que sí, a muchos de ellos. Entonces las cosas no eran como
ahora.
Internet estaba comenzando y no existían los videoforos. Todo era a base
de teclado, y era un gran adelanto. La mayoría se conocieron a través de Internet. De un
Internet muy arcaico, pero que nunca podrán olvidar. Fíjate lo que son las cosas. La
web del Granada tiene un departamento técnico e informativo con más de treinta
personas. En esos comienzos, lo que había era una web que hacia altruistamente un chico
que vivía en
Madrid. ¡Y la hacía él solo!
Nieto: ¿Pero eso sería un desastre?
Abuelo: ¿Un desastre? Pasarán los años y nunca se podrá mejorar. El cariño que se
ponía en ella nunca podrá ser superado.
Nieto: ¿Y había más gente así?
Abuelo: Sí .... bastantes. Cada uno en su ámbito. Recuerdo que había un directivo
que después de muchas horas al volante, bien por la mañana, bien por la tarde, según el
turno que tuviera en el trabajo, se dedicaba a lo que hiciese falta en el club. Lo mismo
te ponía una bombilla, que te vendía una camiseta ....
lo que fuese.
Nieto: ¿Un directivo haciendo eso?
Abuelo: Jajaja .... Vicente, Vicente .... lo que hoy es el Granada, le ha costado
la
salud a muchas personas.
Nieto: No me puedo creer lo que me cuentas.
Abuelo: Pues créetelo. Las cosas no fueron tan fáciles. Había gente que era capaz
de viajar desde
Suiza para ver un partido de
Tercera División. Y desde
Barcelona,
Madrid,
Pamplona,
Almería .... había
varios de esos.
Nieto: Esos estarían
locos.
Abuelo: Es posible, pero esa locura,
bendita locura, junto con la de
otros, es la que fomentó que hoy estemos aquí. Que esta tarde, el Granada, sea
Campeón de Liga.
Nieto: ¿Otros? ¿Es que había más?
Abuelo: Claro, hombre. Desperdigados por toda Granada. Haciendo lo que podían
.... lo que les dejaban. Alguno, incluso, llegando a tener
problemas en el
trabajo. ¡Qué cosas llegaron a pasar! Mira Vicente .... ¿qué pone en esos tres autocares
que están ahí aparcados?
Nieto: Pues .... espera .... sí, ya lo veo .... Peña Accitana
“Siempre del
Granada”. ¿Por qué me lo preguntas, abuelo?
Abuelo: Jejeje .... Esa
historia ya te la contaré otro día.
Nieto: Cuéntame más cosas de esa gente.
Abuelo: Bueno .... al principio no se les entendió. Se les llamó de todo ....
Intransigentes,
talibanes .... Eran descalificados permanentemente por
casi todo el mundo.
Nieto: ¿Y los
medios informativos que decían de todo esto?
Abuelo: ¿Los medios? Eso daría para un tema especial. La situación en Granada no
era como ahora. Entonces todo era muy localista, ya que el equipo estaba en Tercera, y
apenas salíamos a nivel nacional. En el fondo eran granadinistas, pero había muchas
presiones .... Demasiadas. La situación era muy difícil para todos, pero, en el
fondo el gran perjudicado era habitualmente el Granada. Pero siempre había excepciones.
Si bien el resto de los medios tenían ciclos, había
uno que
siempre
estuvo con el Granada. Criticaba lo que había que criticar, pero nunca abandonó al club
ni en los peores momentos.
Nieto: ¿Quién era ese medio?
Abuelo: Tú no lo conoces. Era la radio municipal de un pueblo del área
metropolitana. Costaba mucho oírla, porque sus medios técnicos eran
muy
limitados, pero era lo lógico, medios muy limitados para seguir a un Granada ya de
por sí muy limitado.
Nieto: ¿Y ya no sigue ese medio al Granada?
Abuelo: No puede. En los momentos malos fue el único que sirvió de
nexo de
unión entre el equipo y la afición, pero cuando todo empezó a ir bien, aparecieron
las cadenas nacionales, los derechos de transmisión, y ellos no podían
competir
con ese mundo. Estuvieron en los momentos malos. Para los buenos ya se apuntaron
otros.
Nieto: ¿Y esa gente que estuvo siempre no ha podido hacer nada por ese medio
informativo?
Abuelo: ¿Esa gente? Pobre gente. Ellos siempre supieron cual era
su
lugar. Siempre supieron que su puesto sería el más
ingrato. Sólo estarían
para aguantar sobre sus espaldas todo lo malo que podría generarse. Se quedaron solos, y
eran conscientes que si todo salía mal, se les haría responsables. Y si salía bien,
aparecerían otros para disfrutar de los buenos momentos.
Nieto: Pero eso no es
nada justo, abuelo.
Abuelo: Justo o injusto, es lo que hay. Ellos fueron como el
soldado que
va a la batalla sabiendo que no tiene posibilidad de salir vivo, pero con la esperanza
de que, al menos, se gane el
combate. Si se pierde, su muerte habrá sido en
vano, pero si se gana, nadie se acordará de sus nombres .... otros se colgarán las
medallas, pero su país –en este caso, su equipo– habrá conseguido
salir
adelante.
Nieto: Es una historia
un poco triste.
Abuelo: ¿Triste? No, Vicente, que va. Nada triste. Tú crees que hoy eres el ser
más feliz de la tierra, y estás equivocado. Ellos lo son
infinitamente más.
Hoy, ellos y nosotros seremos campeones de liga, y tú estarás
orgulloso de
llevar en tu cartera esa entrada del partido que ganamos en el
Nou Camp en la
primera vuelta, pero ellos, entre sus recuerdos te pueden enseñar esa entrada del campo
de
La Roda,
Quintanar,
Torredonjimeno .... No lo puedes
entender, pero ellos sí .... Ellos saben de lo que hablo.
Nieto: ¿Y en que zona del campo se ponen?
Abuelo: No Vicente, no. No hay zona para ellos. Algunos se lo han podido
permitir, pero otros, ya te dije que eran gente modesta, y no se han podido pagar este
fútbol tan profesional. Estuvieron mientras pudieron. Así son las cosas. Muchos ya no
están. No podrán
disfrutar de este Granada
campeón. O quizá sí. Quizá
exista el
cielo, y si el cielo existe .... será
rojiblanco ....
seguro.
Nieto: ¿Y
Don Francisco les conoció?
Abuelo: ¿El
Presidente? ¿
Paco? .... sí claro. Él fue el punto
determinante. Esta gente hacía lo que podía, pero si no hubiese llegado
Paco
nada se podría haber conseguido. A partir de ahí cambió todo. Al Granada le toco la
lotería cuando más falta le hacía.
Nieto: Qué gente tan peculiar. ¿Y se les conocía por algún nombre, abuelo?
Abuelo: Sí, ya te lo he dicho antes,
talibanes,
intransigentes,
perro del hortelano ...... bueno, y por otro también, pero de eso ya no se
acuerda nadie.
Nieto: ¿Qué nombre era ese?
Abuelo: Filipinos, pero ya te digo que de ese nombre ya no queda
nada.
Ya no es necesario. Cumplió su misión, y desapareció. Desapareció para
siempre ...... para siempre, o hasta que el Granada lo vuelva a
necesitar. Si
fuese necesario, seguro, ten por
seguro, que el
espíritu filipino
renacería .... no lo dudes.
Pobre abuelo. El médico dice que le sigamos las conversaciones, que él se cree
importante con lo que cuenta, y a nosotros no nos cuesta trabajo seguirle el juego. Si
es
feliz así, que lo sea.
Pero hoy se ha superado con la historia.
¡Qué imaginación!
Porque esa gente no existió ...... ¿o sí?
Escrito en
Madrid, el 11 de mayo de 2006, cuando todavía podrá ser
entendido por quien lo lea. Llegará el día en que todas estas vivencias se
olviden, y nadie recuerde a esa gente que
luchó y
sufrió por su
Granada C.F., y que quizá nunca puedan
disfrutar de una
alegría
deportiva.
Dedicado a esos Filipinos.
GRANADA C.F., NUNCA CAMINARÁS SOLO.