Segunda División B. Grupo IV
Jornada 3
Por gentileza de:
Un Granada C.F. apático
perdió ante el
Melilla por
2-1. Los rojiblancos se adelantaron en el marcador y aguantaron hasta el minuto 43 de la segunda parte, pero finalmente perdieron de manera justa porque fueron los melillenses los que más ganas de ganar pusieron.
No levanta cabeza el Granada C.F. de
Óscar Cano. Cuando parecía que era difícil empeorar las cosas, los jugadores rojiblancos sufrieron otro descalabro fuera de casa y mientras coquetean con el descenso los puestos de eliminatorias de ascenso ya están a cinco puntos, y eso que sólo van nueve disputados.
El Granada C.F. empezó bien el partido, demasiado bien. Y es que
Suárez sólo tardó cinco minutos en "abrir la lata" gracias a un cañonazo desde más de 30 metros tras una falta indirecta sacada en corto por
Ocaña.
Dorronsoro no pudo hacer nada y las cosas se pusieron muy bien para un Granada C.F. que tenía ochenta y cinco minutos por delante para sentenciar el choque y noquear a su adversario.
Pero por desgracia este buen comienzo fue un espejismo ya que el Melilla empezó a controlar el partido con el paso de los minutos. No creaban ocasiones muy claras los melillenses, gracias al buen hacer de la defensa visitante pero tampoco se esperaba el segundo del Granada C.F.
Ocaña pudo conseguirlo en el 39 si llega a tener más puntería en un cabezazo a centro de
Lafuente que se marchó desviado por poco. El Melilla acabó apretando en los instantes finales de la primera parte y el Granada C.F. sólo pudo agazaparse y mantener su ventaja, lo cual sucedió ya que ni
Igor Cuesta primero ni los delanteros melillenses en la última jugada de peligro de la primera mitad, lograron batir a
Félix Campo.
En la
segunda parte llegó la debacle. El Granada C.F. salió dormido y
Andrés Ramos se encargó de espabilar al conjunto granadino consiguiendo el tanto del empate cuando tan sólo se llevaban jugados dos minutos de la reanudación. Lejos de reaccionar el Granada se echó a temblar con el empate y la segunda mitad fue un monologo del Melilla. Mientras los acercamientos locales eran incesantes y cada vez más peligrosos, las ocasiones para el Granada C.F. brillaban por su ausencia.
Chota pudo adelantar a los suyos en el 28 pero
Félix Campo estuvo muy atento para atajar el esférico y ahuyentar el peligro. En esa y en las siguientes jugadas melillenses, pues el dominio local era cada vez más asfixiante y los cambios no le dieron aire a un Granada C.F. que de haber mantenido la igualada a uno se podría haber dado con un canto en los dientes.
Pero el fútbol a veces es justo y acabó recompensando con el gol al conjunto que más lo buscó, y desgraciadamente ese no fue el equipo rojiblanco. A falta de dos minutos para el final, una embarazosa jugada dentro del área acabó en los pies de
Andrés Ramos, que marcó el segundo tanto de su equipo que, a su vez, fue el gol de la victoria local. El Granada C.F. intentó buscar el empate a la desesperada pero sin éxito.
Vicente tuvo en sus botas la última ocasión del partido, pero el Melilla defendió bien su resultado y los tres puntos se quedaron en la ciudad norteafricana, teniendo que volver el Granada C.F. a la península de vacío. Cuarto desastre "oficial" consecutivo de los de
Óscar Cano, que el próximo sábado recibirán a un rival en una situación muy parecida: el
Linares, otro equipo que ha comenzado de la peor manera posible la competición liguera y que acudirá al
Nuevo Los Cármenes sin ningún punto pero con la imperiosa necesidad de llevarse los tres en juego. Teniendo en cuenta el pobre bagaje de los granadinos y de los linarenses, todo puede suceder en uno de los partidos más 'tristes' de la próxima jornada.