Tercera División. Grupo IX
Jornada 25
El Granada C.F. perdió en casa lo ganado la semana pasada en
Torredonjimeno. El
Almería B le dio un buen repaso al equipo rojiblanco y le endosó un
1-3 en su propio campo. Los refuerzos contratados por el Almería B dieron su fruto e hicieron, junto con la inestimable colaboración de la defensa granadinista, que la victoria cayera del lado visitante.
La
primera parte comenzó con un Almería B lanzado que salió a por el partido y que en sólo 10 minutos creó tres ocasiones claras y consiguió meter el primer
gol por mediación de
Sorroche tras clamoroso fallo de
Oliver. El Granada C.F. no era capaz de llegar con claridad a la portería rival, y antes de que hubiera tirado por primera vez a meta llegó el segundo
gol pasada la primera media hora de encuentro. El
0-2 lo marcó
Gregorio de un certero cabezazo tras un excelente centro de
Francolí. Poco después los rojiblancos tuvieron su primera ocasión clara y al filo del descanso, tras una buena jugada de estrategia a la salida de un saque de esquina, llegó el
1-2 que marcó
Vinuesa y con el que se llegó al descanso. Fue un gol psicológico que hizo pensar que quizá se podía remontar, pero fue sólo un espejismo.
En la
segunda parte el Almería B volvió a salir a por todas, aunque en este período los granadinistas estuvieron más metidos en el partido creando una buena ocasión a los dos minutos que pudo suponer el empate pero que se falló. Después hubo una posible mano dentro del área del Granada C.F. que el árbitro no vio. Cuando parecía que podía llegar el empate, el jugador almeriense
Francis, tras una gran jugada de
Francolí, marcó el
1-3 que puso punto y final al partido. El resto hasta el pitido final fue un quiero y no puedo de los granadinistas que tuvieron su ocasión más clara en un disparo al larguero de
Francis.
Lamentable partido el disputado por los rojiblancos que estuvieron
mal en la delantera, aunque se pudo marcar, y que estuvieron
fatal en el medio campo y
pésimos en la defensa. El único que se salvó de la quema fue
Vinuesa que hizo el gol rojiblanco y peleó mucho. Además de los jugadores, falló también el
planteamiento técnico que incluyó muchos cambios y que no supo jugar a un Almería B muy reforzado respecto al de la primera vuelta. Cuando los aficionados necesitaban un
empujón para volver a engancharse con el equipo llegó la
puñalada como en otras muchas ocasiones. La historia se repite.