Tercera División. Grupo IX
Jornada 23
El Granada C.F. se "entrenó" con el
Rusadir de Melilla y le
endosó otros
8 goles en una tarde fría, nublada y desapacible, aunque no llegó a llover. El resultado de
8-1 lo dice todo sobre la diferencia entre uno y otro conjunto.
La
primera parte comenzó con un Granada C.F. dominando con claridad el esférico, mientras que los melillenses se encerraron atrás y confiaron en crear alguna ocasión al contraataque. Así, la emoción duró 20 minutos hasta que los rojiblancos se adelantaron en el marcador merced a un tanto de
Manrique. Ahí se terminó el partido. A los dos minutos
Manrique repetía y ponía el
2-0 en el marcador. El
árbitro regaló un
penalti inexistente a los melillenses en el minuto 26 que establecieron el
2-1. Al filo del descanso llegaron otros dos tantos más marcados por
Vinuesa y por
Manrique tras cederle gentilmente el balón el propio Vinuesa. Al descanso se llegó con un claro
4-1 a pesar de que antes del primer tanto rojiblanco el Rusadir no parecía tan débil, aunque posteriormente se vieron sus continuas carencias. El mejor de este periodo fue
Manrique.
En la
segunda parte cayeron otros cuatro goles más y además el árbitro
expulsó a dos jugadores melillenses.
Debutó Rubén Cortés y a los 10 minutos hizo el quinto. El árbitro pitó un
penalti -éste sí que existió- a favor del Granada C.F. que
Francis transformó en el
6-1. Mediada la segunda parte
debutó el defensa
Jero recientemente fichado. Los dos últimos tantos fueron marcados por
Vinuesa, el último un
golazo de cabeza, que se sumó también así al
hat trick que ya había conseguido Manrique. Tras 4 goles en 16 minutos, el Granada C.F. decidió
no meter más pues los jugadores del Rusadir con el
8-1 se enfadaron un poco y crearon un par de
barullos que podían haber traído problemas de patadas o expulsiones. Las aguas volvieron a su cauce y los rojiblancos dejaron pasar el tiempo hasta que el árbitro pitó el final.
Hay que agradecer que el Rusadir, salvo un poco al final, no diera patadas y que luchara. El
público estuvo como la meteorología,
frío, y ni siquiera gritó los olés habituales en estos casos. La corrección y condescendencia con un rival muy inferior se manifestó incluso con los aplausos que se le dieron al primer expulsado melillense, pues la expulsión fue algo rigurosa, no así al segundo que formó una pequeña tangana en el túnel de vestuario por algún gesto feo al público. El resultado de
8-1 supone un nuevo
record histórico para el estadio
Nuevo Los Cármenes superando al anterior registro que databa de la temporada 1998-1999 cuando el Granada C.F. le endosó un
6-0 al
Isla Cristina. En resumen, se puede decir que el partido fue lo que se esperaba, hubo goleada y se recortan diferencias con los rivales mientras comienza la preparación para los partidos que vienen que van a ser muy decisivos.