Tercera División. Grupo IX
Jornada 12
Vergüenza. Sólo así se puede definir lo que ocurrió en el derbi capitalino. Para empezar,
vergüenza por la actuación de la directiva del Granada'74 que, en un ataque de
venganza por la negativa del Granada C.F. a aplazar el partido, decidió jugar en el campo de
tierra de su Ciudad Deportiva y a una hora poco propicia para el fútbol, las
14:00 horas. Y
vergüenza por la actitud mostrada por el equipo sobre el terreno de juego. Otra
derrota más, y ya van cuatro esta temporada, con lo que se consuma la crisis de resultados al haber conseguido sólo 4 puntos de los últimos 12 posibles.
A parte del
esperpento vivido, se puede reseñar la mala suerte que el equipo atesora. Quizá esa sea la razón por la que el equipo encajó un gol en propia meta, recibió otro en fallo muy desafortunado, realizó un tiro al palo que no entró, encajó el gol de la derrota en el descuento, etc.
En la
primera parte ambos equipos salieron a tantearse y con pocas ganas de jugar al fútbol. El que se acercaba algo a la portería rival era el Granada C.F. pero sin crear ningún peligro, mientras que el 74 tuvo un par de ocasiones a balón parado. El único disparo de los rojiblancos se produjo en el minuto 46 por mediación de
Zafra, pero no tuvo consecuencias y se llegó al descanso con el
0-0 inicial.
En la
segunda parte el Granada C.F. puso el partido de cara cuando
Labella, a los 10 segundos del entrar al campo sustituyendo a Fabián, estableció el
0-1 en el minuto 4. En el minuto 15 se produjo el acontecimiento que debió cambiar la historia del partido, la
expulsión de
Plata tras propinar un codazo a
Labella. Los rojillos, tras el gol encajado y la ausencia de uno de los suyos, se vinieron abajo y se encerraron para intentar mantener el resultado. Sin embargo, a los pocos minutos se rehicieron y se aliaron con la
mala fortuna de los rojiblancos para conseguir en el minuto 25 el
empate tras un rechace que
Sergio introdujo en su propia portería al peinar un lanzamiento de falta del 74. El Granada C.F. lo intentó pero no pudo con la entrega mostrada por los jugadores poligoneros. La ocasión más clara la tuvo
Zafra, que en el minuto 43 estrelló un balón en el
palo. El remate de la
desgracia llegó en el descuento cuando
Guerra, el mejor de los rojillos, lanzó una falta que Gustavo detuvo pero se golpeó en el poste y el balón entró en la portería. Minuto 48 y
2-1 en el marcador, que fue el resultado con el que se llegó al
final no sin antes
anular el árbitro un gol de
Zurita que previamente rozó
Oliver con la mano (m. 51).
No vale la excusa de que no estaban
Francis,
Valero y
Juanchu. No vale la excusa de jugar en un terreno de juego nefasto. No vale la excusa de la hora.
No hay excusa que valga para este
ridículo ante uno de los equipos a los que hay que golear (recibe de media más de 3 goles por encuentro) porque está formado por gente muy joven que no son profesionales y que ni siquiera cobran. El Granada C.F. está ahora
octavo a
cuatro puntos de las eliminatorias de ascenso y a
siete del descenso a Primera Andaluza. ¿Hacia donde habrá que mirar a partir de ahora?